Los últimos día del año 2011 los pasé haciendo una de las cosas que más me gusta, correr por el monte. El día 29 de diciembre hicimos una ruta preciosa por los alrededores de los pueblos de Olivares, Tózar y Moclín gracias al amigo Er Leon, cuyo recorrido acumuló 14,28 km con una altura ganada de 787 m. Se puede leer la crónica detallada en el blog de Pablo, Traileando.
Dos días después, el último del año, hicimos una ruta por los Neveros hacia el Llano de la Perdiz cuyo recorrido total fueron 20,85 km con una altura ganada de 774 m en compañía de algunos amigos del grupo de los «Qualquieras» (Pablo, Vanesa, Pablo, Luis Ángel, Kike, Javier).
Poco a poco, me voy sintiendo mejor en las rutas con mucha subida, mi punto débil por ahora. Bajar se me da mejor, incluso las bajadas técnicas. Estoy descubriendo mis límites y mis ritmos. Mis pies están sufriendo una transformación típica de corredores de montaña, pérdida de uñas incluidas. Ya he realizado la visita necesaria al podólogo donde me han hecho un estudio de la biomecánica de mi pisada y donde me han hecho unas plantillas a medida para compensar el insuficiente apoyo de la parte media del pie. Por ahora me está yendo bien. El podólogo me recomendó que el primer día no corriera, que las probara andando una media hora. No le hice mucho caso, en realidad ninguno. El primer día las llevé a la ruta de Olivares donde estuvimos corriendo dos horas y media, dos días después las llevé a la de los Neveros-Llano de la Perdiz donde estuvimos algo más de dos horas y media. Hasta ayer, la distancia máxima que había corrido fue una media maratón en Baza tras la cual tuve un parón de 4 años sin correr (por problemas de espalda). Y la distancia mayor en montaña, también hasta ayer, habían sido los 20,85 km de la ruta del día 31 de diciembre que he descrito más arriba.
Y digo hasta ayer porque hicimos una ruta espectacular por lo que yo denomino «El Himalaya Granadino», es decir, la archi conocida Vereda de la Estrella (Guejar Sierra). Le tengo un cariño especial a esta ruta. La hemos frecuentado en todas las estaciones del año y cada una ofrece un paisaje diferente y a cual más hermoso. Ya sea andando o corriendo es una gozada recorrerla y contemplar la visión de los picos más importantes de nuestra sierra. El recorrido que hicimos ayer guiados por Emilio, presidente del Club Granada Ultratrail, para mí fue especial. No solo por la belleza de sus paisajes y la dureza de la ruta sino porque supuso para mí la mayor distancia nunca corrida: 27,5km y 1.400 m. D+.
Lo que más me fascina es que no me he impuesto metas de distancia ni de velocidad (en montaña te olvidas de los tiempos y es lo que más me gusta de todo). Únicamente me he propuesto salir a disfrutar en buena compañía recorriendo senderos y bosques por los montes y fabulosos sitios que tenemos por aquí. Espero conservar esta enseñanza que me da la experiencia y los veteranos en esto y escuchar a mi cuerpo, descansar cuando lo necesite y salir a correr por el placer de correr para poder seguir haciéndolo siempre. He aprendido que cuanta menos imposiciones rígidas, mejor (al menos para mí).
Aquí os dejo los tracks de las 3 rutas:
Felices trails!!